En La Tienda HOME tenemos almohadas de todos los tipos y tamaños para que puedas encontrar la que necesitas para dormir a pierna suelta. La elección del tamaño de la almohada viene dado de la anchura del colchón y si queremos tener una almohada o dos. Si duermes en pareja, te recomendamos usar dos almohadas, por que cada uno tiene una forma de dormir y el hecho de tener dos almohadas proporciona mayor libertad.
Para una persona, lo ideal es usar una almohada grande cuyo tamaño sea el ancho de la cama. Lo más habitual es usar almohadas de 135 o almohadas de 150, que son las medidas de colchones más habituales.
Otros listados de almohadas:
Para dormir bien, necesitamos una almohada que se adapte a nuestras necesidades. La postura en la que se duerme es uno de los principales factores a tener en cuenta cuando vamos a comprar una almohada. Tenemos que tener en cuenta su composición y su altura, aunque también es importante la transpirabilidad. Además, si tendemos a pasar calor por las noches también deberíamos tenerlo en cuenta a la hora de elegir una almohada. Otro factor que tenemos que elegir es la firmeza.
De todos los elementos necesarios para dormir bien, la almohada es probablemente el más personal. Probablemente por ello, cada vez más personas se llevan sus almohadas cuando viajan o se van de viaje de negocios. En La Tienda HOME ofrecemos almohadas de viscoelástica, látex, microfibra, plumón y copos. Además también disponemos de almohadas especiales para viajes y para las cervicales, Sea cual sea la almohada que buscas, aquí la encontrarás.
Así pues, podríamos decir que no existe una almohada mejor que otra ya que esto depende de cada persona y lo que es bueno para una, no tiene por que serlo para otra. En los siguientes puntos hablaremos de los puntos clave para escoger una almohada.
La composición de la almohada es otro factor importante para conocer su transpirabilidad, sobre todo para las personas que sufren de calor o que sudan mucho por la noche. Las almohadas de microfibra y de plumas son muy transpirables, mientras que las almohadas de látex lo son menos debido a la escasa porosidad del látex.
Las almohadas viscoelásticas son las más populares de los últimos años por su gran adaptabilidad. El problema es que el material viscoelástico es poco transpirable, pero esto se soluciona fabricandolo más poroso, obteniendo un núcleo perforado que permite que el calor salga fácilmente, mejorando así significativamente la transpirabilidad del material.
La firmeza de una almohada es una cuestión de preferencia personal. A la hora de elegir una almohada, es importante tener en cuenta qué nivel de firmeza es el más deseable según la edad, la posición al dormir y otras características. La firmeza de una almohada depende del material y de la densidad del mismo. En general, las almohadas de viscoelástico o látex son más firmes que las de fibras naturales o plumas. Las almohadas viscoelásticas que han sido tratadas o perforadas para mejorar la ventilación son menos firmes que las compuestas por bloques viscoelásticos puros, aunque en ese caso serán muy poco transpirables y "darán calor".
Una almohada más firme es especialmente recomendable para las personas con enfermedades de la columna cervical que necesitan mantener la altura y la postura del cuello. Si estas acostumbrado a dormir boca abajo o le gusta la sensación de suavidad, te recomendamos que elijas una almohada de fibra o de plumas. Las fibras sintéticas son almohadas más baratas, mientras que las naturales son más sofisticadas y duraderas.
Hoy en día, existe una amplia gama de materiales en el mercado para las almohadas. Tradicionalmente, el relleno se hacía con materiales naturales, como plumas de aves. Pero de un tiempo a esta parte, se han introducido materiales sintéticos como las fibras artificiales y los materiales viscoelásticos.
La principal ventaja de los materiales viscoelasticos es su capacidad para adaptarse a la forma del cuerpo bajo presión. En el caso de las almohadas, esto significa que pueden adaptarse a la forma del cuello y la cabeza para reducir la presión. Las almohadas viscoelásticas son más duras al tacto y generalmente menos transpirables.
Las almohadas de fibra son más suaves y son ideales para quienes prefieren una almohada más profunda. Hay una gran diferencia en cuanto al tacto, la durabilidad y la transpirabilidad entre las almohadas de fibras sintéticas, como el poliéster, y las de fibras naturales, como la ceiba. Las fibras naturales son más suaves y transpirables y pueden mantener su rendimiento durante más tiempo. Las almohadas de fibra sintética son menos costosas y son una opción para los dormitorios que se usan con menos frecuencia.
La altura de una almohada depende en gran parte de la postura que adoptemos al dormir. Al fin de al cabo tenemos que tener en cuenta que la almohada es un elemento que nos permite mantener la columna bien alineada mientras dormimos, de ahí que dependiendo de la postura convenga escoger una altura u otra.
Si dormimos boca arriba, la almohada que compremos debería tener entre 10 y 13 centímetros, de manera que cuando apoyemos la cabeza en ella, esta nos la sujete bien y permita tener la columna bien alineada. Si se duerme boca arriba, la anchura de la almohada también debería tener como mínimo el ancho de nuestros hombros.
Si dormimos de lado, deberíamos optar por almohadas con una altura de alrededor de 15 centímetros. Esta altura se puede calcular midiento la distancia que hay entre nuestro cuello y el final de nuestros hombros ya que la almohada debe llenar ese hueco para poder sujetar correctamente nuestra cabeza.
Si dormimos boca abano, la almohada debe ser baja, de entre 8 y 10 centímetros.
Mantener una buena higiene es importante para garantizar la longevidad de tu almohada. En primer lugar, los distintos materiales de las almohadas requieren cuidados diferentes al lavarlas. Si no tienes cuidado al lavarla, puedes dañar el interior de la almohada.
Por lo tanto, es importante mirar primero la etiqueta o la ficha técnica de la almohada. Allí encontrará si la almohada se puede lavar a máquina, cuántas veces se puede lavar, si se puede utilizar suavizante... Es importante seguir las instrucciones del fabricante, por ejemplo. Si no se pueden meter en la lavadora, se pueden lavar a mano.
No obstante, una buena forma de proteger la almohada y no tener que lavarla tan a menudo es utilizar una funda protectora. Este tipo de funda suele poder meterse en la lavadora, por lo que no hay que preocuparse si la almohada es de un tejido que no puede lavarse a máquina.
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